domingo, 27 de junio de 2010

UNA MORENA Y OTRA RUBIA...


En este caso no se trata de las dos chicas de don Frasquito, si no de dos libros de interés, una novela y un libro de poemas. Son obra de dos autores jóvenes y ambos tienen despertarán su interés por su contenido y por la forma, arriesgado, sin bozales ni mordazas.
Una buena forma de pasar los calores del verano de una forma poco prosaica.

PRESENTACIÓN: El viernes 2 de julio a las 19 horas se presentará LA EMBOSCADA de Iván Humanes (Ed. InÉditor), en LA CENTRAL de EL RAVAL (C/ Elisabets, 6 – Barcelona). Intervendrán Rolando Sánchez Mejías y Leonardo Valencia.




PASEOS SIMULTÁNEOS de Jordi Corominas

Artículo aparecido en Revista de Letras:
http://www.revistadeletras.net/pasear-con-jordi-corominas/

Jordi Corominas i Julián (Barcelona, 1979) es una energía a un hombre pegada, un fotógrafo de novelas, o una novela de imágenes, historias y crímenes. Es un editor de instantes performáticos, o un poeta de radio y alevosía.

Con Corominas hay que hablar y pasear por Gracia, tomar una cerveza, o conversar sobre cualquier motivo banal desde la profundidad del tiempo que se nos escapa de los pies y de las manos. Después de publicar Una dona que sap jugar amb els peus y Colors, ambos editados por Abadia, nos propone la propuesta poética Paseos simultáneos, la nueva aventura de Vitruvio.

Uno siempre lee con predeterminación – y prejuicios, claro – y por ello nos ha parecido ver en su primer poemario una tradición aprehendida del que ha leído mucho a los surrealistas. Hay cultura caligráfica, hay una herencia dadaísta y hay lo que a muchos nos ha obsesionado durante largo tiempo: la magia de la casualidad.

Foto: Jordi Corominas

El azar objetivo es un fenómeno que, aunque la expresión procede de Engels, fue utilizado con mucha frecuencia por los surrealistas, y en especial por André Breton. Se trata, pues, de coincidencias, de casualidades, que de alguna manera conectan el mundo interior – las premoniciones o los deseos – con el mundo exterior, donde se acaban realizando.

Esta facultad de servir de puente, entre el subconsciente y la realidad “racional”, hace que el surrealismo le diera un carácter muy significativo al fenómeno, y que Corominas lo utilize como nadie para aprovechar una crisis de narratividad, un bloqueo momentáneo, para adentrarse en el valiente territorio de la libertad. Literatura, por tanto.

El psiquiatra Carl Jung se interesaría por la manifestación antes citada – que es en el fondo una búsqueda perpetua – denominándole “sincronicidad” y definiéndola como “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal… una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar”. De eso, precisamente, tratan los caminos de Corominas, de “paseos de todo/ tipo mezclados de verbo/colectivo… como la escucho, la visiono/la concibo, la invento/por deformación y vuelo/con inéditas gárgolas”.

Foto: Jordi Corominas

Un cigarillo se va a convertir en miedo al laberinto, y la mirada va a ser la ráfaga de la cámara de la escritura, que va a intentar atrapar las conversaciones de la calle, que es el auténtico escenario de lo que hemos llamado vida. Esa capacidad de re-producir, de re-crear, los diálogos ajenos – que se convierten en propios desde el momento en que se renuncia a la pasividad – es la que se burlará de nacinalismos cortos de vista, que incorpora múltiples lenguas y lenguajes, y que eleva el osito de goma a símbolo surrealista, desbancando a referentes anticuados como el paraguas o el femenino guante.

El poeta reconoce que es “Isabel la Católica”, un juego que – como todo buen cadáver exquisto – seguirá desarrollando en su acción teatral ‘Loopoesia’, y nos presenta su primera antología lírica con una portada que nos invita a seguir los tres patos del 222. Y es que, para escribir, sólo hay que escuchar y confiar en nuestro entorno. La realidad es otra(s). Y Corominas lo vuelve a demostrar con Paseos simultáneos.

Albert Lladó
www.albertllado.com





LA EMBOSCADA, IVÁN HUMANES. INÉDITOR

Cuando un detective huye de su propio instinto, es que ya ha encontrado al culpable. Un singular análisis de la condición autorial, reflexionando sobre la creación y la literatura a partir del formato de la novela negra. El código asfixiante y oscuro de este género, cuyos protagonistas son individuos que se mueven en la procelosa marea de la decadencia moral y personal, se usa aquí para desentrañar la verdad de la voz narrativa. Un planteamiento original sobre la condición de autor, un juego de superposiciones donde el papel de sospechoso y de investigador rebasan la frontera de la ficcionalidad para hacernos patentes del drama y la catarsis implícita en el hecho creativo.

Iván Humanes, nacido en Barcelona en 1976, es licenciado en Derecho. Tiene en su haber varios premios por sus obras en prosa. Colabora en diversas revistas literarias. Ha publicado tres libros. Actualmente, prepara el lanzamiento de su último libro (titulado Los caníbales), y se estrena en la novela con La emboscada.
LA EMBOSCADA, de Iván Humanes. Inéditor, 2010



viernes, 11 de junio de 2010

"EL LIBRO DE LAS MARAVILLAS", EN OCTUBRE, EN BARATARIA EDICIONES.



"EL LIBRO DE LAS MARAVILLAS", SEGUNDA NOVELA DE FERNANDO CLEMOT, EN OCTUBRE EN BARATARIA.


SINOPSIS DE "EL LIBRO DE LAS MARAVILLAS" A CARGO DE EDUARDO IRIARTE

Presintiendo ya cercano el final de su vida, el narrador de El libro de las maravillas, ingresado en una clínica de reposo, se ve obligado a hacer balance. Ante el convencimiento de que lo experimentado hasta entonces no ha valido gran cosa, decide elaborar una suerte de catálogo de vidas no vividas. Es así como, tomando por modelo el libro de Marco Polo, va recopilando historias ajenas con el convencimiento de que «un cambio radical en el presente puede modificar de forma definitiva nuestro pasado». Llevado por una curiosidad insaciable por el prójimo, va dejando constancia escrita de las vivencias de otros pacientes, como Bridoso y su invierno de emigrante en Hamburgo, donde fue testigo de una trágica inundación, o Bessa, cuya travesía en el maltrecho Ponta do Sol por el Mar del Norte acabó en naufragio. Y entre estas vicisitudes y las de otros personajes —todos con su pasado a cuestas— que pueblan la clínica Dantas, va urdiendo una narración caleidoscópica que le permite compensar carencias pretéritas.
Con El libro de las maravillas Fernando Clemot logra un entramado de voces que van solapándose hasta dar cuerpo a una historia única e insólita, una novela de novelas que constituye una rotunda apuesta por el poder reparador de la palabra.

Eduardo Iriarte


PRIMERA PÁGINA DE "EL LIBRO DE LAS MARAVILLAS"

Vuelve una y otra vez aquella danza de los limpiaparabrisas rechinando como patinadores y el cristal mojado fuera su pista de hielo. En esta terraza que da a la sierra, a oscuras, en mi cuarto, a la hora de dormir y en el baño; retorna el hermetismo de los limpiaparabrisas lanza, vestidos de negro, inclinados igual que el saltador que cuadra sus esquís antes de caer y hundirlos como cuchillos en la lengua de nieve. Los limpiaparabrisas son seres hieráticos y rutinarios, exactos como relojes o soles, con sus punteros enguantados en negro, elegantes también como dos caballeros de frac, son una pareja de luto riguroso; así bajaban los punteros como lanzas entonces, pam, pam, crujían sobre su lengua de hielo y fue entre dos de aquellos latidos que los vi sentados allí, en una repisa de cemento a la entrada del autogrill.
Llovía como el demonio en la autopista del Mediodía y yo venía huyendo de mi vida anterior. No veía casi nada porque la lluvia formaba una pequeña marea en el cristal. Reduje a primera al entrar en la gasolinera. Estaban allí: inmóviles bajo el alero del área de servicio, reparé en ellos nada más entrar en el párking pero su imagen se deshacía entre el agua como un ídolo de fango. Traté de apretar la mirada en aquella oscuridad pero con esa primera mirada apenas intuí dos cuerpos al refugio del alero del edificio...

miércoles, 9 de junio de 2010

PRESENTACIÓN DE SIGLO XXI EN ZARAGOZA



La librería "Los portadores de sueños" acoge este jueves la presentación en Zaragoza de la antología de cuentistas Siglo XXI


El volumen, coordinado por Gemma Pellicer y Fernando Valls, reúne treinta y cinco relatos de otros tantos autores españoles actuales, que además ofrecen su reflexión personal sobre el género.
La librería Los portadores de sueños (Jerónimo Blancas, 4) acoge este jueves, 10 de junio (20 horas) la presentación de Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual,una antología de relatos que acaba de editar Menoscuarto, en la que se ofrece un panorama de la variada producción literaria de este género en la España de hoy.
El volumen, que ha sido coordinado por Gemma Pellicer y Fernando Valls, incluye treinta y cinco relatos de otros tantos autores españoles contemporáneos, unos breves perfiles biográficos y unos textos donde estos escritores reflexionan sobre el cuento y la estética personal que proponen para este género literario.
En la presentación participarán los dos responsables de la edición, el profesor José Luis Calvo Carilla (Universidad de Zaragoza) y algunos de los autores nacidos en Aragón o vinculados con esta comunidad seleccionados en esta antología, como Carlos Castán, Patricia Esteban Erlés, Daniel Gascón, Cristina Grande, Ismael Grasa y Miguel Serrano Larraz, a quienes se sumará Fernando Clemot, que acude desde Barcelona.

AMBICIÓN Y RIGOR. Como explican los editores en el prólogo, el nuevo siglo nos ha traído, junto con la aceleración de la historia, una nueva hornada de escritores de relatos. Si el cuento español parecía haber gozado hasta hoy de una mala salud de hierro, Internet se ha convertido en uno de sus canales básicos de difusión, permitiéndole llevar una dieta sana y transformándose en su alimento bio, al tiempo que le insuflaba vitalidad y aumentaba su público.
Para Pellicer y Valls, los lectores que se pregunten cómo es el cuento actual en nuestro país pueden encontrar respuesta en las treinta y cinco historias atractivas y amenas aquí recogidas. Esta antología de cuentos de estéticas muy diversas, que van del realismo a lo fantástico, da buena muestra de la ambición y el vigor con los que hoy se cultiva la narrativa breve española.

Los treinta y cinco autores seleccionados en Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual son Pilar Adón, Pablo Andrés Escapa, Jon Bilbao, Ernesto Calabuig, Matías, Candiera, Carlos Castán, Cristina Cerrada, Pepe Cervera, Fernando Clemot, Óscar Esquivias, Patricia Esteban Erlés, Ignacio Ferrando, Víctor García Antón, Esther García Llovet, Daniel Gascón, Cristina Grande, Ismael Grasa, Irene Jiménez, Juan Carlos Márquez, Berta Marsé, Ricardo Menéndez Salmón, Lara Moreno, Manuel Moyano, Miguel Ángel Muñoz, Juan Jacinto Muñoz Rengel, Hipólito G. Navarro, Elvira Navarro, Andrés Neuman, Ángel Oleoso, Jesús Ortega, Julián Rodríguez, Javier Sáez de Ibarra, Miguel Serrano Larraz, Berta Vias Mahon y Ángel Zapata.
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Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español Menoscuarto, 2010. Edición de Gemma Pellicer y Fernando Valls Colección Reloj de arena; 44
Plaza del Cardenal Almaraz, 4 - 1º F · 34005 PALENCIA (España) | Teléfono y fax: (+34) 979 70 12 50 | www.menoscuarto.es correo@menoscuarto.es
ISBN: 978-84-96675-48-3 | 624 páginas | 14 x 21 cm | 26 euros

jueves, 3 de junio de 2010

NUEVA COLUMNA EN CULTURAMAS: "PERO, ¿Y USTED NO ERA PINTOR? A CARGO DE FERNANDO CLEMOT



BUDAPEST Y LOS SEIS ANAQUELES DE CUENTOS
de Fernando Clemot

(Crónica aparecida en la revista Culturamas http://www.culturamas.es el 30-5-2010)


Del Ferihegy al centro de Budapest hay media hora en coche. Primero se atraviesa una llanura algo insípida, todo el corazón de Hungría es una inmensa planicie, hay pastos y pocos árboles y en seguida empiezan los arrabales, los distritos Dieciocho y Diecinueve, Kispest, hay mucho bache y se empiezan a ver tranvías. Me lleva Szába, habla por los codos un español muy curioso, con acento húngaro pero con un matiz que no acabo de reconocer. Le pregunto y me dice que trabajó seis años para la embajada colombiana.
- Cuando dejé de trabajar allí el embajador me invitó un mes a su casa. Vivía en una urbanización en la costa, cerca de Barranquilla, había hombres armados en la puerta pero dentro, dentro parecía el paraíso… Ni se imagina, señor, el mismito paraíso estaba allí…

Cuando entré en el Laboratorio volví a ordenar los libros y dejé todos los volúmenes de cuentos que me podrían servir muy cerca, a mi derecha, a la vista, haciendo doble fila con otros que quedaban atrás, enterrados en vida, asomando sólo de tanto en tanto tras algún volumen más bajo. En la fila más alta están de izquierda a derecha: André Breton, Juan Carlos Márquez, Borges, Hoffman, Menéndez Salmón, otro de Borges, Los sueños de Quevedo, Último round, Putas asesinas, Aldecoa, Chéjov, Lem, La lista negra y Perturbaciones de Salto de Página, El juguete rabioso, Entrevistas breves con hombres repulsivos, El puente sobre el río Búho, Cunqueiro, Tizón, Luciano de Samósata, El jorobadito, más Aldecoa, dos volúmenes de Moravia, una antología de cuentos de terror de Alianza, Zweig, Lispector, El vacío y el centro de Zapata y La risa de Henri Bergson.

A Szába le sientan bien los trajes. Debe tener una cincuentena larga, el pelo plateado y los ojos claros. Ha estado tres veces en España. Hoy vamos a la feria, en el parque Millenáris, cerca de la Mozkva Tér. Szába me dice que esa plaza es la más fea de Budapest pero que el camino del hotel hasta allí es muy bonito. Pasamos el puente de las Cadenas y cruzamos el túnel, de allí por la Attila utca. Sobre nosotros hay una montaña de pinos, con algún barranco pelado en la vertiente que da al río.
-Es el monte Géllert, señor, la montaña de San Gerardo. El santo vino a educar al hijo del primer rey de Hungría, San Esteban, y cuando murió el rey una parte de los húngaros, que no todos, señor, cogieron al santo y lo subieron a este monte. Lo metieron en un barril lleno de clavos y lo lanzaron por ese barranco, bajó toda la montaña dando golpes, herido, hasta el río…
Me estremezco y hasta siento los clavos del santo. Afortunadamente ahora Szába me señala a la izquierda.
-En esa plaza, señor, vivía Márai Sandor. Ahí tiene su estatua…Era una buena persona, un señor muy, muy amable y culto.
Miro hacia allí, apenas veo nada, el semáforo se pone verde e intuyo un callejón y una estatua oscura, entre unos árboles.

En la tercera estantería hay seis libros de costado: Dama de Porto Pim, Se está haciendo cada vez más tarde, Paralipómenos de Ubú, El arte de la ficción, Por favor sea breve 2 y El arte de la ficción de Lodge.
Debajo, de perfil: Compañía y Noctámbulos, Cunqueiro, dos libros de Carver, De mecánica y alquimia, Trayecto, Llamadas telefónicas, Consejos a un escritor, La ciudades invisibles, Nueve cuentos, Teoría de la novela de Sullà, Aldecoa, Diario de un snob, La crítica literaria en prensa, Obabakoak, Caballería roja, Cuentos de la Alhambra, Sueño de sueños, Dorothy Parker, Lispector, Cuentos judíos de la aldea de Chelm, Tabucchi, El amigo de Kafka, Murakami y Desde la ciudad nerviosa, casi a punto de caer.

Hace una mañana espléndida y volvemos a la feria por la espalda de la Ciudad Vieja, veo los baños Géllert con su fachada majestuosa, y Szába me dice que con este día deben estar llenos. La chica del Instituto Italiano ha dicho que no vayamos, pone cara de asco, los Géllert, los viejos escupen en el agua, y hace un gesto como si se escupiera en las manos y nos dice que los Széchenyi no son tan bonitos pero están mucho mejor. Szába me habla de Puskas (Puskas Férenc), lo llevó en el coche en sus últimos años.
-Tenía que verlo, señor, estaba igual que si no le pasara nada, tenía la misma carita, estaba igual pero no decía una palabra, nada, no entendía nada de lo que le decían, como un niño, señor…
Intento hablarle también de otros jugadores húngaros de la época, de Kocsis, de Kubala. Creo que a Kubala no le tiene mucha estima y no me sigue la conversación. Trato de entender qué puede tener contra él, quizá piensa que fue un traidor, un hombre que se cambia de nacionalidad como de chaqueta puede que no sea de fiar. Me sorprendo pensando esto, siempre me pareció un buen hombre, como él, se parecen bastante, podrían ser hermanos.

La estantería más baja me pilla a desmano para coger los libros, tengo que subirlos un estante pero hoy no. Allí están Macedonio Fernández y César Vallejo, cinco volúmenes de Estancos del Chiado, Turgueniev, Gorki, Fernández Florez, Azul ruso, Cortázar, un libro de Aparicio Maydeu, Candeira, García Llovet, Bataille, Genet, Memorias de un amante sarnoso, Salem y García Antón, El canon del cuento, Nabokov, Bradbury, Henry James, Maupassant, Rubén Castillo, el koala de Cutillas, El canon occidental, los Relatos de Beckett, Pozuelo Yvancos, Miguel Torga y Eça.

Volvemos al aeropuerto por el mismo camino que a la ida. Resaca terrible del viaje, de caminar muchas horas, de comidas cocidas en paprika, del palinka a deshoras y de las noches de borrachera con Vincent y Arno en los Toldi. Le digo a Szába que me gustaría regalarle un libro, que me hace ilusión. Él se gira ligeramente y sonríe:
- ¿Un libro, señor? ¿Qué libro? Pero, ¿usted no era pintor?
CUATRO RECOMENDACIONES LITERARIAS PARA EL VERANO

Dos libros, uno de cuentos y una novela, de dos amigos, Juan Cobos y Pedro Luis Cano.

Sombras del cielo (Dauro, 2003) recoge tres cuentos de una belleza y una sensibilidad exquisitas de un escritor como Juan Cobos Wilkins, aclamado como poeta, pero que nos muestra con esta pequeña joya que puede llegar mucho más allá y emocionarnos con la narrativa corta.

El sueño de Ángela ( Paralelo Sur Ediciones, 2010) es la primera novela de Pedro Luis Cano, al igual que Juan, más centrado hasta ahora en la poesía. Los lectores podrán encontrar en sus páginas una nueva voz, rotunda, que explora un campo a menudo eludido por la narrativa española contemporáena: la dictadura franquista.
Al pie acompaña a la imagen de los dos libro el prólogo del libro de Pedro Luis Cano aparecido hace pocos días.


Nunca había escrito un prólogo, es la primera vez, antes había hecho de todo, críticas, reseñas, textos técnicos, entrevistas, glosas… pero el prólogo a una obra literaria es la primera vez que lo escribo y para mi suerte no podía haber caído en mejor ocasión, ya que se trata de prologar la primera novela de una de las personas que más aprecio y admiro.

Pedro Luis Cano tuvo difícil empezar en este trajín de la literatura. Lo tuvo incluso más difícil que otros –como yo– que también lo tuvimos difícil, porque para nosotros fue complicado entender qué era lo que queríamos hacer, pero, para él, fue difícil llegar a estar en posición de entender qué era lo que quería hacer. Con estos condicionantes, la vocación de Pedro como poeta y ahora como narrador sólo podía ser algo telúrico, un hecho irrenunciable; trabajada y dura su voluntad como el mármol, él ha ganado al azar aunque tenía una ventaja… estoy seguro que Pedro sabía que quería escribir antes siquiera de hacerlo, puede que incluso antes de saberlo lo supiera, su voluntad venía implícita en su ser, que tal es la naturaleza de los escritores y poetas de raza.

Hasta ahora, Pedro Luis Cano se había movido en el campo de la poesía, pero no había publicado ninguna novela. Ésta es la primera, y estoy seguro que la primera de muchas, ya que
con ella demuestra que se mueve en el género con la misma naturalidad, y hasta desfachatez, con que nos sorprendió cuando empezó con sus primeros libros de poesía. El sueño de Ángela
no es una primera novela, es una puerta abierta a futuras sorpresas.

Estamos, pues, ante la primera incursión en la narrativa de Pedro; pero en su cabeza ya ha intuido o vivido varias decenas de historias. Porque Pedro nos gana a todos en vida, es un observador natural, lo retiene todo como un voyeur, y también como un cronista; delira e inventa; exagera; hasta las realidades que le son más lejanas las dibuja y deforma en su interior, adaptándolas a él, a cualquier momento o a cualquier circunstancia. No conozco nadie que improvise mejor. No podíahaber entonces mejor caldo de cultivo para un escritor y es así porque en cualquier texto de Pedro Luis Cano encontramos una lección de vida. Las realidades que nos dieron miedo o de las que nos mantuvimos alejados él las miró de cerca; él vislumbró el abismo y la gloria con la lucidez que nadie tuvo.

Alguien que posee el don natural de la observación parece que estaba más destinado a la narrativa que a la poesía, pero en este caso pesó antes su vocación como poeta que como narrador, que puede que en el fondo sean dos caras de una misma y única realidad.

En resumen que llega El sueño de Ángela como un verdadero regalo, un goce de la madurez literaria de Pedro Luis Cano.

Aparece El sueño de Ángela planteada como una novela que mira atrás, en este caso con ira o con remordimientos, con un miedo supino a encontrar la verdad; una novela de recuerdos y nostalgia, pero también de dolor y culpa. Porque quizá la culpa sea la sensación que prevalece en una obra repleta de pequeñas encrucijadas, de trincheras que nos abre el autor para que nos hundamos en ella; aparecen los recuerdos vistos desde muchos ángulos –por el narrador, el protagonista y las voces que hablan– una narración que transmite verdad, pero también miseria y dudas. La voz poética de Pedro Luis Cano la encontramos en cada rincón, supura en infinidad de derivadas que emergen de la narración y nos llevan a otras realidades, fragmentos de historias que aparecen en los pararrelatos en forma de cartas, canciones, dedicatorias, recortes o discursos reconvertidos en recuerdos y que dan a la narración la profundidad de múltiples e infinitas perspectivas.

Hasta aquí lo que ha podido sacar uno de sus primeros lectores. Ahora es tiempo de que calle y que nos quedemos con lo que viene.
Feliz viaje.
Fernando Clemot


También me gustaría destacar dos novelas del escritor portugués Ricardo Adolfo ( Luanda, 1974) que me ha asombrado y sobrecogido con las excelentes
Mizé-Antes galdéria do que normal e remediada (2010) y Depois de morrer aconteceram-me muitas coisas (2009) ambas en Alfaguara Portugal pero que esperamos ver publicadas en España muy pronto. Al leerlo me he dado cuenta de que realmente nos estamos perdiendo algo.


Depois de morrer... narra la vida de Brito, inmigrante ilegal en una ciudad cuya lengua no habla. Una exploración a fondo de este mundo, con un lenguaje a la vez crudo y elegante.

Sobre Mizé...el crítico Valter Hugo Mae ha dicho que "la nueva literatura portuguesa pasa obligatoriamente por aquí" y José Eduardo Agualusa que" Adolfo observa la realidad portuguesa con feroz e incisiva ironía".

Dos títulos y un autor para recordar.