lunes, 31 de mayo de 2010

ARTÍCULO SOBRE EL RECOPILATORIO "SIGLO XXI: LOS NUEVOS NOMBRES DEL CUENTO ESPAÑOL" APARECIDO EN "EL PAÍS" Y AUDIO EN "EL OJO CRÍTICO"(RNE-RADIO5)



http://www.elpais.com/articulo/cultura/relato/corto/hace/grande/elpepicul/20100429elpepicul_1/Tes


EL RELATO CORTO SE HACE GRANDE

por Javier Rodríguez Marcos


"Los libros de cuentos han dejado de ser una engorrosa cláusula en el contrato de un escritor. Tampoco son ya el trampolín hacia la novela para los narradores debutantes o el descanso entre novelas para los consagrados". Lo dice Juan Casamayor, que hace 10 años fundó Páginas de Espuma, una editorial que se enfrentó a uno de los grandes clichés de la edición española: "El cuento no vende".

Sáez de Ibarra: "En Internet 'cuelgas' un relato y recibes el eco de los lectores"

Berta Marsé: "No es el hermano menor ni el primo ni el cuñado de la novela"


"Pasé los primeros años escuchando esa frase por duplicado, sí: no vende, no vende...", recuerda Casamayor, que una década después tiene un catálogo de 170 títulos en papel -con autores como José María Merino, Medardo Fraile o Ana María Shua-, 40 en formato eléctrónico y casas en Argentina y México. Su best seller, dice, es Ajuar funerario, de Fernando Iwasaki, con 54.000 ejemplares vendidos. En 2002, además, se atrevió con Pequeñas resistencias, un imprescindible panorama del cuento en lengua española en cuatro tomos coordinados por Andrés Neuman, que en octubre publicará una nueva entrega consagrada a España.

El escritor Eloy Tizón, que el próximo día 12 dictará en la Biblioteca Nacional la conferencia El renacer de la cuentística, considera clave la aparición de editoriales especializadas para la consolidación definitiva de un género que nunca contó en España con el predicamento que siempre tuvo en Latinoamérica y, sobre todo, en Estados Unidos. Allí una red de revistas pagaba tradicionalmente a los escritores por publicar sus relatos. Basta leer las memorias de Ernest Hemingway, un maestro de la distancia corta, para certificar que en algunos países se podía vivir del cuento.

Junto a Páginas de Espuma, Tizón cita a la palentina Menoscuarto, fundada en 2004 y con 75 títulos en un catálogo en el que conviven los relatos completos de Miguel Delibes, Carmen Laforet o Esther Tusquets con libros nuevos de Gonzalo Calcedo y Manuel Moyano. En Menoscuarto acaba de aparecer Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual, una antología firmada por Gemma Pellicer y Fernando Valls. Profesor de la Universidad de Barcelona, Valls es el gran crítico del género en España. De hecho, Siglo XXI se suma a otras dos selecciones suyas que hicieron época: Son cuentos (Espasa, 1993) y Los cuentos que cuentan (Anagrama, 1993). Si la primera subrayó la labor breve de Juan José Millás, Soledad Puértolas, Javier Marías o Antonio Muñoz Molina, la segunda hizo lo propio con Javier Cercas, Mercedes Abad, Juan Bonilla o Fernando Aramburu.

Para Valls, su nueva antología certifica un hecho insólito hasta ahora: "La continuidad desde los años setenta de un género que en el panorama español ha sido guadianesco". Ello pese a la calidad de figuras como Ignacio Aldecoa, Juan Eduardo Zúñiga o Medardo Fraile. Para Eloy Tizón, por su parte, la gran muestra de la vitalidad del género es, en lo literario, el hecho de que estos dos últimos sigan activos a la vez que los 35 nuevos autores antologados por Valls: de Carlos Castán, de 47 años, a Matías Candeira, de 26, pasando por Hipólito G. Navarro, Pilar Adón, Ricardo Menéndez Salmón o Elvira Navarro.

"Están a la altura de los autores latinoamericanos de cuentos de su generación. Eso es algo que podemos decir pocas veces", afirma Fernando Valls de unos autores cuya "melodía de época", dentro de una gran variedad de temas, sería su pertenencia a "la tradición del realismo" y una "asimilación no mimética de las vanguardias". Más que boom del cuento, apunta Casamayor, lo que hay es "un crecimiento sostenido". Un crecimiento al que han contribuido tanto las ediciones de cuentos completos de grandes clásicos por parte de Alfaguara, Lumen, Anagrama o Alba como los minilibros con uno o dos textos lanzados por Alfabia, Gadir o Alpha Decay.

En los alrededores de la literatura, Valls destaca además tres elementos que han impulsado la vitalidad y dignificación del cuento: 1) Muchos autores han pasado por talleres literarios y ahora ejercen como profesores. 2) Hay al menos tres premios de altura dedicados a los libros de cuentos: el NH, el Ribera del Duero y el Setenil. La primera edición de este último recayó en Los girasoles ciegos (Anagrama), de Alberto Méndez. Y 3) Internet.

Javier Sáez de Ibarra, antologado por Valls y ganador del Ribera del Duero con Mirar al agua descata la importancia de la Red como refugio crítico y creativo de un género tradicionalmente "desatendido" por los medios tradicionales. Bitácoras como El síndrome Chéjov, La luz tenue, Vivir del cuento o la del propio Fernando Valls -La nave de los locos- son para el escritor referencias tanto en la información como en la creación: "Uno puede colgar un relato y recibir al instante el eco de los lectores. Tal vez la pega es la ansiedad por renovar los contenidos". (Páginas de Espuma)

Sáez de Ibarra, que ha publicado tres libros de cuentos, pertenece al club de los fieles al género. Lo mismo que Berta Marsé, autora de En jaque y Fantasías animadas (en Anagrama) y también presente en Siglo XXI. ¿Para cuándo una novela? Ésa es la pregunta a la que los dos se enfrentan recurrentemente. "¡Bastante complicado es escribir un relato!", responde Marsé. "El cuento no es el hermano menor ni el primo ni el cuñado de la novela".

Tres pistas

- Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual.

Antología preparada por Gemma Pellicer y Fernando Valls y publicada por Menoscuarto, la editorial palentina especializada en el relato que ha publicado la ficción breve de autores como Miguel Delibes o Carmen Laforet.

- Pequeñas resistencias. Un panorama del género en español a través de cuatro volúmenes editados por Páginas de Espuma y coordinados por Andrés Neuman desde 2002. En octubre se publicará una nueva selección española.

- El síndrome Chéjov. Bitácora especializada en el cuento del escritor Miguel Ángel Muñoz. Un referente junto a La nave de los locos, blog del crítico Fernando Valls.


AUDIO DEL PROGRAMA "EL OJO CRÍTICO" (RADIO NACIONAL DE ESPAÑA) DEL PASADO 19 DE MAYO.

Conversan sobre la antología y el cuento Fernando Valls, Juan Jacinto Muñoz Rengel, Pedro Andrés Escapa y Javier Sáenz de Ibarra.

http://www.rtve.es/mediateca/audios/20100519/cuento-espanol-siglo-xxi-ojo-critico/776566.shtml

MORFINA, DE MIJAIL BULGÁKOV


MORFINA de Mijáil Bulgákov
por Fernando Clemot
( Artículo aparecido el 28/5/2010
en la revista Culturamas-www.culturamas.com )



Bajo el título de “Ciclo de cuentos” Bulgakov publicó este libro de cuentos en el año 1926, cuando ya comenzaba a ser un escritor afamado tras la aparición de “La guardia blanca” (1924) y “Corazón de perro”, en el año 1925, y antes de que entrara en la fase más notable de su producción, con la redacción de sus obras mayores: “La novela teatral” y “El maestro y Margarita”.

“Morfina” está compuesta por ocho relatos vertebrados por un eje temático muy definido: las aventuras y desventuras de un joven graduado en Medicina- trasunto de Bulgákov que también ejerció como médico rural entre 1917 y 1921- que es destinado a un dispensario en el interior de Rusia, lejos de cualquier capital, aislado de una vida social que anhela. Un tema ya utilizado anteriormente en la literatura pero que Bulgákov modifica y humaniza, nos evita explicaciones técnicas engorrosas que nos distraigan de la trama. Bulgákov exhibe en “Morfina” ( nombre del octavo cuento del libro) sus mejores artes literarias y una maestría heredera de Chéjov y temáticamente no muy distante de los cuentos rurales o de “mújiks” del mismo Antón Pavlovich y de Turguénev aunque también podríamos encontrar semejanzas con algunos cuentos de Iván Bunin, prácticamente contemporáneos a “Morfina”.

Abundan en el libro los cuentos en que se relata alguna experiencia relevante centrada en un casa extraño o traumático y así en “La toalla con el gallo rojo” el médico novel amputa la pierna de una joven herida en el campo, en “La garganta de acero” realiza una traqueotomía a un niño o en “Bautismo de fuego” nos muestra un parto complicado y su desenlace. Otros como “Tinieblas egipcias” relatan mediante sus vivencias la ignorancia de los campesinos con los que trabaja y en “Morfina”, el cuento más alejado del eje temático y posiblemente también el más notable, muestra el proceso de adicción de un médico rural, Poliakov, amigo del narrador.

Algunos críticos han querido hermanar “Morfina” con los cuentos del escritor norteamericano William Carlos Williams, algo posteriores, pero a decir verdad enfrentados a los de Bulgákov quedan reducidos a un simple anecdotario médico. Los cuentos del ruso no son un diario médico, tienen temperatura literaria y vigor, rezuman una humanidad inusual a la vez que nos muestran un lienzo nada idealizado de lo que era la sociedad rural de los primeros años de la Revolución ( los relatos parecen ambientados en el invierno de 1917 a 1918).

Bulgákov crea una arquitectura del libro con algunas imágenes recurrentes: el paisaje dominado por la nieve, la soledad metaforizada como una luz en mitad de lo oscuro, las enormes distancias que tiene que recorrer, la rudeza de los campesinos, algunos tics heredados de la época de la época esclavitud ( no se abolió en algunas zonas de Siberia hasta 1862) y también cierto “hiperrealismo” a la hora de narrar las curas, amputaciones, partos, accidentes…

“Morfina” es, en suma, un apéndice del mejor Bulgákov, un bello rosario de cuentos que demuestra que también lo cotidiano -la actividad diaria de un médico rural- puede dar como resultado uno de los libros de cuentos más hermosos de la primera mitad del siglo XX.

sábado, 15 de mayo de 2010

SOBRE JAZZ, BLUES Y ROCK (III): THELONIOUS MONK

THELONIOUS MONK por Antonio Sánchez


En 1964 la revista norteamericana Time dedicaba su portada a un músico controvertido y enigmático, después de este espaldarazo se acabarían las estrecheces económicas de un personaje tan genial como esquivo y oscuro; para una selecta minoría de aficionados y para la gran mayoría de músicos de la escena jazzística el talento innovador y arriesgado de todo un virtuoso del piano hacía años que era incuestionable, pero para el mundo había nacido un icono del Jazz del siglo XX, Thelonious Monk.



Foto:Portada de la revista Time, marzo de 1964


A día de hoy está considerado como uno de los padres del Be Bop junto a Charlie Parker y Dizzy Gillespie, pero su importancia dentro del Jazz no se limita sólo a su revolución dentro de este estilo, ya que es evidente que sobre todo en sus grabaciones en solitario demuestra un virtuosismo que le hace acercarse al Blues y a las baladas o a los tiempos lentos de una forma respetuosa pero rompedora y original. Su estilo absolutamente personal no fue aceptado por la mayor parte de la crítica, ni tampoco por los managers y personas que controlaban los grandes circuitos de actuaciones, que le postergaron durante años, sólo a partir de los años sesenta su figura fue incuestionable.

Su estilo evitaba las progresiones lógicas en los temas y frecuentemente se limitaba a alternar entre dos acordes, con lo que se le puede considerar todo un antecedente a la corriente del Jazz modal. Sus temas eran complejos armónicamente y su estilo de interpretación tendía a omitir las notas clave de los acordes, consiguiendo así difuminar el tema para hacerlo más libre dentro de sus improvisaciones solistas.

A lo largo de su carrera escribió unos setenta temas que en su mayor parte son considerados hoy auténticos clásicos del Jazz, como Misterioso, Straight no chaser, Monk’s dream, Round midnight, Well you needn’t, Off minor, Blue Monk, Epistrophy, Trinkle tinkle, Evidence o I mean you. En los últimos años de su carrera se dedicó a reinterpretar sus propios temas y dejó de componer quejándose de que ya nadie sabía tocar bien el material que ya había compuesto.

Nació en 1917 en Carolina del norte, pero se crió en el barrio de San Juan Hill en Nueva York, como otros muchos músicos se inició en la tradición musical religiosa, acompañando al piano los himnos de su madre. Poco después recorrió todo el país acompañando a una cantante y predicadora, y en esta época la gran pianista Mary Lou Williams le descubrió e intercedió para conseguirle una plaza en la prestigiosa escuela de música Juilliard, donde estudió entre los años 1937 y 1939. Comenzó con el Jazz en serio en el trío del batería Keg Purnell y poco después subía un peldaño en su carrera al asociarse al gran Kenny Clarke, actuando regularmente en templos jazzísticos como Milton’s o el Kelly’s stables entre 1940 y 1942. En ese año conoció y se hizo amigo de uno de los grandes maestros del piano, Bud Powell.

Sus primeras grabaciones fueron como acompañante de Coleman Hawkins, y empezó a ser reconocido cuando trabajó en la Big band de Dizzy Gillespie, quién ya había comenzado su particular revolución Be bop junto a Charlie Parker desde principios de los años cuarenta. En 1947 publicó el primer disco a su nombre para el sello Blue note en formato de trío, el magnífico Thelonious Monk. Genius of modern music. Volume 1. El periodo comprendido entre 1947 y 1951 fue de gran creatividad grabando grandes discos tanto a su nombre como en colaboración con grandes del Jazz como Art Blakey, Milt Jackson, Lucky Thompson o Kenny Dorham. Las cosas se empezaron a torcer con su arresto en compañía de Bud Powell por consumo de drogas en 1951, se pasó dos meses en la cárcel y le retiraron el permiso para tocar en Nueva York hasta 1957. En estos años su actividad musical se redujo mucho y tuvo graves problemas económicos hasta que volvió a tocar en el club Five spot con músicos como John Coltrane, Roy Haynes o Johnny Griffin. En 1954 grabó junto a Miles Davis algunos grandes temas como Bag’s groove o The man I love pero mantuvieron una relación personal muy tensa y no volvieron a trabajar juntos. Su retorno en 1957 tuvo mucho éxito y repercusión y tras seis meses de actuaciones continuas en Nueva York se embarcó en grandes giras por Europa y Japón. A partir de 1959 estableció una gran relación profesional con el saxofonista Charlie Rouse que duró hasta 1970 y actuó tanto en trío como en cuarteto e incluso alguna vez con una big band.

En 1971 sus problemas de inestabilidad emocional se tradujeron en una actitud casi autista con los que le rodeaban y tuvo que ser hospitalizado, después de salir del hospital se embarcó en su última gran gira formando parte de los Giants of Jazz junto a Dizzy Gillespie, Art Blakey, Sonny Stitt y Kai Wilding. Grabó un gran disco con Art Blakey y Al Mckibbon y en una histórica sesión en Londres temas suficientes en solitario para la publicación de tres discos, fueron sus últimas grabaciones. A partir de 1972 sus problemas mentales le llevan a un retiro del que tan sólo saldría muy ocasionalmente para algún concierto puntual, el último de ellos en 1976. Murió en 1982 dejando un gran legado musical y una extraña y oscura fama de hombre ingobernable y excéntrico, a esto siempre ayudaron sus extraños sombreros y su costumbre de levantarse del piano en pleno concierto para dar unos pases de baile.

En 1989 Clint Eastwood produjo una gran película documental sobre su vida, dirigida por Charlotte Zwerin titulada Straight no chaser donde se pueden apreciar tanto su genio musical como su enfermiza relación con las personas que le rodeaban; era evidentemente un tipo complicado pero con una visión muy clara sobre su música en particular y el Jazz en general que se pueden resumir en un par de citas:

“Toca lo que tengas ganas de tocar, no lo que quiere el público. Toca lo que quieras, y más pronto o más tarde el público llegará, aunque tarde quince o veinte años”.

“El aspecto más hermoso del Jazz es que, verdaderamente, hace apreciar la libertad. El Jazz y la libertad van siempre juntos: esto lo explica y lo resume todo”.

Creo que uno de los primeros temas de Jazz que escuché siendo un adolescente fue Round midnight y estoy completamente seguro que fue debido a este tema por lo que comenzó mi amor por el Jazz, por lo que nunca le estaré suficientemente agradecido al gran Thelonious Monk. Aunque si tuviera que escoger mi disco favorito no sabría si quedarme con su primer disco o con esa joya llamada Brilliant corners.

VIDEOS
ROUND MIDNIGHT
http://www.youtube.com/watch?v=OMmeNsmQaFw
BLUE MONK
http://www.youtube.com/watch?v=SmhP1RgbrrY



domingo, 9 de mayo de 2010

ALGUNOS POEMAS DE MI HERMANO QUE ENCONTRÉ EN CASA DE MIS PADRES


POEMAS DE ANTONIO RUIZ CLEMOT


Ser pájaro es olvidar,
y olvidar el mar.


Ser pájaro,
pero volar cerca de la costa,

ser pájaro sin ser concha

ni gaviota ni hombre;

espuma y su recuerdo.


Sólo pájaro,

espuma y recuerdo
de algún cielo.

****

Id haciendo maletas.
Hacedlas.


Algo en su cuero
y en el azar que las bendice
hablará de vosotros,

de vuestros gestos de azúcar,

y de aquel día,
sin testigos,

cuando la luz era amarga.

****

Hablo ahora

de una ancha herida
que nos desgarra
y de estos campos
donde nunca llueve.

Cuando eres sol

imaginas planetas,
hijos sin lunas,
y maldices el destino

que nos lleva errados.


Todo es posible
en este ancho campo
de estrellas que piden mi voz.

Proclaman la paz del pasado
que no tuvimos
y la paz futura
que no es nuestra.

***

Desespero de seguir
tras tu nombre.
Pregunté a todos,
todos esos.
Caí en cada esquina,
en cada charco.


jueves, 6 de mayo de 2010

"EL GOLFO DE LOS POETAS" DE FERNANDO CLEMOT ( BARATARIA, 2009) EN EL FIRST NOVEL FESTIVAL ( BUDAPEST 22-26 ABRIL 2010)

Con Arno Camenisch ( Suiza), Vincent Overmeer(Holanda) y Giorgio Vasta (Italia) frente al stand de la First Novel en la Feria del Libro de Budapest.

Junto a Anela Borcic ( Croacia) y Grete Kutsar ( Estonia) en el acto de la Lazar Ervin Hall.

De izquierda a derecha: Grete Kutsar (Estonia), Fernando Clemot ( España), Anela Borcic ( Croacia), Bruno Nassim ( Francia), Vincent Overmeer ( Holanda), Daniel Maftieu (Rumanía) y Giorgio Vasta ( Italia).